miércoles, 18 de noviembre de 2009

Con la trompeta y en el fondo del mar


Hace poco se produjo el primer portazo de un periódico en estos tiempos turbulentos de crisis. No fue una reducción, transformación o adaptación, como hasta ahora.
Llegó un señor gris y triste, poco dado a juntar letras y poco ducho, a lo que se ve, en juntar números, y levantó acta de defunción a La Opinión de Granada. Al personal, tras seis años dando media vida a unas miserables galeradas, se le trató como enemigo. Sin poder recoger sus cosas, sin acceso a su correo personal.
Un total de 45 profesionales, algunos de mucho lustre, de patitas en la calle. Y a dos cretinos se les engañó con el señuelo de que la 'web' del periódico seguirá abierta. Lo suficientemente poco avispados para hacer de vigilantes de sus propios colegas. Tan obtusos como los trompetistas del Titanic. No cuando se hundía el barco. Sino ya cuando reposaba en el fondo del mar.
Menudos compañeros y menudos gestores que hay que sufrir en el mundo de la prensa.

1 comentario:

  1. Todos los jodidos medios son igual. Nadie te agradece nada y te dan una patada si no vales.

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